INNOVA Research Journal 2018, Vol 3, No. 9, pp. 16-28
orgánico. De esta manera, se genera la necesidad de que se replantee las habilidades y
conocimientos que un líder requiere (Halpin, 2011; Laurence, 2011).
Las diferentes misiones con la que cumplen los militares, considerando las tradicionales
como el combate o también llamado guerra, y las nuevas amenazas (guerra asimétrica) como
misiones de paz, ayuda humanitaria, contraterrorismo, narcotráfico y piratería, los despliega
durante largos periodos de tiempo a situaciones exigentes, estresantes y de riesgo (Yammarino,
Mumford, Connelly, & Dionne, 2010).Ante esta realidad las Fuerzas Armadas y en este caso la
Armada del Ecuador necesitan de líderes que sean más innovadores para que puedan
desenvolverse adaptándose al contexto de situaciones diversas e incertidumbre de sucesos
(Pulakos, Arad, Donovan, & Plamondon, 2000).
Según Morath, Leonard, & Zaccaro (2011) la doctrina de liderazgo actual que lleva el
ejercito de los Estados Unidos establece que un líder debe tener cualidades como creatividad,
flexibilidad, adaptación, agilidad, versatilidad y motivación para formarse constantemente y
entender los entornos cambiantes e inciertos, sin embargo, introducir innovación en este ámbito
puede acarrear problemas ya que, en contenido de guerra, la equivocación puede conllevar a la
muerte. Por tal motivo, en la actualidad los líderes deben entrenarse adquiriendo nuevas
competencias para manejar la complejidad de los sistemas y crear diversas formas de control y
consenso (Guiñazú, 2004), previniendo el sabotaje, observando marcos de referencia diferentes,
con el objetivo de entender los obstáculos a los que se enfrenta en este caso la Armada y así
poder innovar con el sistema de mando y estructura jerárquica propia (Castro & Martina, 2003).
Halpin (2011) recomienda que el personal (Oficiales y tripulantes), deben capacitarse
desde temprana edad en estas nuevas competencias, de tal manera que adquieran nuevas
habilidades y no solo acaten órdenes de los superiores jerárquicos coartando sus capacidades. A
pesar del entorno cambiante y del enfoque que se recomienda aplicar, ciertos componentes del
liderazgo en la institución Naval se mantienen debido a que son importantes para la ejecución del
mismo, entre estos la motivación, trabajo en equipo y la conducción de los subordinados,
llamado también don de mando, además de la confianza que debe crearse como factor importante
para influir en los seguidores (Sweeney, Thompson, & Blanton, 2009).
Liderazgo Naval.
De acuerdo con Eberly, Johnson, Hernandez, & Avolio (2013), el liderazgo es un proceso
social de influencia que sucede no solo en las organizaciones sino en otros aspectos de la vida,
por lo que el líder debe saber identificar en qué condiciones se produce una situación, para eso
depende mucho del grado de madurez que posea (Hersey & Blanchard, 1982). Entonces se debe
integrar la relación que tiene el líder con sus subordinados y la conducta, de esta manera se
evalúa el grado de madurez que posee considerando la experiencia, competencia, interés y
motivación para realizar las tareas asignadas y adquirir responsabilidades (Sanchez , 2000).
En el transcurso de la historia el militar en grado de Oficial ejercía una autoridad rígida
sobre su tripulación, a pesar de no obtener obediencia y lealtad siempre, sin embargo, en esta
autoridad absoluta existía el respeto mutuo, como individuo y camarada, debido a las metas
comunes, la misión y sobretodo la importancia de contar con cada hombre sin importar
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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