Valoración social por género al comunicar información técnica y científica.
Por ejemplo, un estudio en periodismo científico (con 200 participantes) afirma que ante
el mismo tipo de información de índole técnica, la gente brinda una mayor autoridad a los hombres
frente a las mujeres (Menacho, Los hombres que no escuchaban a las mujeres, s.f ; Menacho,
Reflexiones sobre feminismo y lenguaje inclusivo y mi experimento, 2018). Si este pensar es una
predisposición en la sociedad, entonces puede mostrar comportamientos predeterminados ante la
necesidad de resolver una controversia. Por ejemplo, los abogados preferirán llamar a un testigo
experto en función de su género como estrategia para influir más efectivamente en el juez o jurado
(Maeder, 2016; Younan, 2023).
Sin embargo, este tipo de estudios cuantitativos son escasos en la literatura. Es poco claro
cuál es la respuesta de la gente si se hace una variación del mismo estudio. Por ejemplo, con otra
población, con diferentes medios de comunicación, mensajes de prueba ligeramente distintos,
entre otras variables a analizar. Por todo esto, se realizó una investigación análoga. Hasta donde
se conoce, es la primera vez que se investiga el sesgo de género sobre la credibilidad de textos
técnicos entre estudiantes de bachillerato utilizando “cuestionarios espejo” online (Rangel, 2023;
Polino, 2011; Bertomeu, 2011).
La estructura de la exposición del texto es la siguiente. Primero se explican las
características del instrumento para realizar la encuesta, las características de la población en
estudio y el análisis de datos. En la sección de resultados y discusión se exponen los
descubrimientos y alcances en función de la metodología. Después de describir la prospectiva de
investigación, se presentan las conclusiones de este trabajo.
Metodología
Con el fin de estudiar el grado del sesgo de género de la población que tiene que ver con
comunicaciones científicas, se construyeron dos cuestionarios electrónicos mediante la plataforma
Google-Forms. En ambos cuestionarios se presentan cinco pantallas con preguntas de control. En
la primera pantalla, se muestra un anuncio de protección de datos y se realizan dos preguntas
protocolarias para que el participante acepte voluntariamente a ser parte de la investigación. En la
sección de apéndices se puede consultar uno de los cuestionarios utilizados.
De otro modo, es imposible que avance a las siguientes etapas sin responder estas secciones
de control. En la segunda pantalla, aparecen tres preguntas para conocer datos demográficos de los
participantes, como son el sexo, edad, y si el participante se considera más afín al área de ciencias
sociales (tales como: psicología, derecho, sociología, lingüística, entre otras) o bien al área de
ciencias naturales (como: física, química, medicina, biología, entre otras). No se registraron los
nombres ni direcciones de correo electrónico de los participantes. En la tercera pantalla, aparece
un párrafo breve (de 36 palabras), basado en un estudio epistemológico en menores de edad
(Blades, 2011). Y luego en la cuarta pantalla, se realizan cuatro preguntas de control sobre la
atención requerida para realizar el ejercicio, si algún participante falla a una de estas preguntas,
todas sus respuestas se omiten de este estudio, pues se supone que su atención es pobre y tal vez
sus respuestas son aleatorias.
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Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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