INNOVA Research Journal 2017, Vol 2, No. 9, pp. 42-52
Introducción
A nivel mundial la industria automotriz cumple un papel importante en el desarrollo
económico de las naciones; se ha constituido como precursora de competitividad e innovación,
ha evolucionado de la mano con la tecnología, de los nuevos materiales y de procesos de
manufactura más eficientes. Las principales compañías de diseño y manufactura de vehículos,
día a día deben innovar en nuevos modelos y prestaciones de los vehículos para atraer a nuevos
clientes y fidelizar a sus clientes tradicionales. En la actualidad los vehículos deben ofrecer
diversas características que llamen la atención del cliente más allá de lo referente a seguridad y
confort.
Ahora bien, las empresas manufactureras no deben centrarse únicamente en la producción
de nuevos vehículos. En un mundo cada vez más globalizado, el comportamiento de los
mercados es muy variable; los clientes cuentan con mayores opciones de compra ocasionando
que estos se vuelvan más exigentes no sólo con el vehículo adquirir, sino también con la calidad
del servicio que se pretende recibir.
Cuando se vende un vehículo, la marca adquiere una obligación ética en ese bien y con su
cliente; ya que, la marca debe ser responsable de todo el proceso del servicio al cliente, que
inicia la oferta y venta, el servicio postventa que engloba los subprocesos de mantenimiento
preventivo y correctivo, y en la actualidad ofrecer facilidades en la renovación del vehículo.
Todo este proceso constituye una moderna forma de mejorar la competitividad del sector
automotor, fundamentando en la calidad en el servicio como la variable crítica para ser más
competitivos en el mercado.
En el Ecuador, la industria automotriz ha generado gran desarrollo tecnológico en los
últimos 30 años, dado que contribuye al desarrollo nacional con inversiones, capacitación,
tecnología y generación de divisas. Las ensambladoras en el país, debido a su alto grado de
tecnificación, son reconocidas por sus productos de alta calidad en el mercado nacional e
internacional (Pro Ecuador, 2017).
El sector automotor tiene una participación importante en la economía del país debido a
los ingresos que genera en todas las actividades económicas directas e indirectas que involucra.
Se debe destacar que la industria automotriz ha impulsado a otras industrias del sector productivo
como la siderúrgica, metalúrgica, metalmecánica, minera, petrolera, petroquímica, del plástico,
vidrio, electricidad, robótica e informática, industrias claves para la elaboración de los vehículos.
De este modo, el sector automotor integra a diferentes actores, tanto para las firmas autopartistas
proveedoras de partes y piezas; así como para las ensambladoras que son las firmas que imponen
los estándares productivos de la cadena (Pro Ecuador, 2017)
El ensamblaje de vehículos en el Ecuador se inició en 1973, siendo AYMESA Autos y
Máquinas del Ecuador S.A. la empresa pionera en esta actividad, con la producción de un
vehículo de transporte básico diseñado por la General Motors “El Andino”. La entrada al
mercado de ensamblaje por AYMESA fue seguida por otras empresas ensambladoras: MARESA
en 1975 y ÓMNIBUS BB en 1976 empresa que comenzó siendo una empresa rectificadora de
cigüeñales (Laso Rivadeneira, 2001).
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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