Emprendimiento como alternativa de inclusión laboral en personas con discapacidad en Latinoamérica: Una
revisión sistemática ente los años 2010-2020
fuerza el “Paradigma Social de la discapacidad”, planteando que tal condición no radica en
deficiencias funcionales en las personas, sino que crea barreras en la interacción entre las personas
y su entorno, limitando la plena participación en diferentes ámbitos de la vida social (Vallejos,
2
014).
Pico y Torres (2017) refieren que las personas con discapacidad tienen muy poca
participación en el ámbito laboral, y más aún si tienen alguna discapacidad muy significativa, al
ser el mercado laboral un ambiente áspero para dicha población se requiere el compromiso y la
sensibilización de las autoridades competentes, empresas privadas, organizaciones civiles y la
misma sociedad para buscar la inclusión laboral de la persona con discapacidad (Hernández et al.,
2
017). Incluso, la particularidad de la discapacidad puede desarrollar habilidades para el escenario
en el que va a desempeñar su trabajo, buscando un entorno más accesible (Morales, 2015).
En el año 2015, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ampara una formación
compartida de la persona con discapacidad y demás trabajadores en igualdad de condición y
remuneración buscando la equidad de oportunidades y derechos laborales (Sánchez et al., 2019).
Por otro lado, la Convención Internacional de los derechos de las Persona con Discapacidad,
impulsa la inclusión laboral de la persona con discapacidad, buscando una perspectiva más
favorable y de oportunidades laborales (Moreno et al., 2013); Sin embargo, a pesar de tales
esfuerzos, la inclusión de dicha población aún tiene fallas que tiene que corregirse con el tiempo
(Pico y Torres, 2017). Una de las dificultades para la empleabilidad e inserción laboral son las
barreras culturales que generan una gran problemática social (Sempertegui, 2015).
La inclusión laboral se comprende como la inserción total e incondicional de un grupo de
personas a una determinada área laboral sin importar cualquier condición adversa, esta busca
beneficiar a todas las personas por igual, entendiendo que la sociedad debe contemplar también
las necesidades de la población con discapacidad (Meléndez, 2016), velando por sus derechos
(Reyes, 2015). Aún queda un largo camino para que las personas con discapacidad se incorporen
como grupo de interés en dichas organizaciones y de esta manera puedan acceder, permanecer y
ascender a un trabajo en el mercado laboral (Marrugo y Bernal, 2017).
Lo cierto es que la desigualdad persiste aún en la esfera productiva, aunque se tenga
grandes avances en el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad (Mercado
et al., 2013). Ante esto, corresponde al estado poner mecanismos de control para brindar
dispositivos que sean prácticos y utilizables por las empresas para fomentar la contratación e
inclusión en el trabajo (Velarde et al., 2018). También, es necesario recalcar que la población con
discapacidad presenta dificultades para mantener su puesto de trabajo, es por eso necesario crear
mecanismos para fortalecer su estabilidad laboral reconociendo sus derechos (Manuera, 2015).
En los últimos diez años, el emprendimiento se ha convertido en una estrategia social y de
conocimiento que permiten desarrollar habilidades para realizar proyectos empresariales buscando
el autoempleo, mejorando así la calidad de vida de las personas (Vicente et al., 2018). Constituye
también una alternativa que agrega valor a los objetivos económicos y sociales en el desarrollo de
las naciones, así que el emprendedor se convierte en agente activo que aporta ideas creativas e
innovadoras, como respuestas a las necesidades del entorno (Paz et al., 2020).
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Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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