Fabián Darío Rodas Pacheco y Elisabeth Luisa Rodas Brosam
ISSN 2477-9024. Innova Research Journal (Septiembre-Diciembre, 2021). Vol. 6, No. 3, pp. 1-16
El aprendizaje del inglés en el contexto ecuatoriano
Con los antecedentes arriba mencionados y sin duda alguna, el inglés es el idioma más
utilizado en el mundo; por tanto, su aprendizaje se ha convertido en una necesidad para que las
personas conciban el mundo de una forma diferente y establezcan una identidad global nueva (Luo,
2
007). Adicionalmente, Cadena Murga et al. (2018) comentan que el uso del inglés es un elemento
importante en el proceso de formación de los estudiantes y que “la enseñanza de este idioma ha
experimentado cambios significativos debido a que su objetivo ha cambiado mucho, pues se espera
que los estudiantes hoy en día se comuniquen eficaz y eficientemente en inglés” (p. 127).
Por su parte, Calle et al. (2012) recuerdan que el Ministerio de Educación del Ecuador, con
el propósito de mejorar la enseñanza del idioma inglés en los colegios públicos, inició una reforma
curricular en el año 1993, cuyo nombre fue Proyecto Cradle. No obstante, este proyecto no logró
su objetivo, pues el rendimiento de los estudiantes no mejoró debido a que los docentes utilizaban
métodos tradicionales que no favorecían el desarrollo de la competencia comunicativa.
Adicionalmente, cuando los estudiantes llegaban a la universidad, sus conocimientos del idioma
inglés no les permitían llegar a niveles intermedios o avanzados. En este escenario, Cadena Murga
et al. (2018) mencionan que, luego de la culminación del Proyecto Cradle en el año 2012, el
Ministerio de Educación, en la presidencia del Econ. Rafael Correa, inició otra reforma curricular
llamada AVANZA, basada en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER).
El Ministerio de Educación (2019) ecuatoriano, entre los objetivos establecidos en el Proyecto
AVANZA, planteaba que los estudiantes debían alcanzar un nivel B1/2, de acuerdo al MCER, al
culminar la secundaria.
Matute (2021) reporta que según el Índice de Dominio del inglés de EF (Education First)
(
2019), el Ecuador se encuentra entre los países con muy bajo dominio de este idioma, ocupando
el puesto 81 en una lista de 100 países. Cuando se analizan los resultados dentro de América
Latina, el puntaje de Ecuador es 46,57, lo que lo convierte en el país con el nivel más bajo de inglés
de la región. Calle et al. (2012) mencionan que esto se debe a varios factores que son parte de la
enseñanza del idioma inglés en el contexto ecuatoriano.
Los profesores fiscales de inglés no emplean estrategias que favorezcan la competencia
comunicativa, pues continúan utilizando estrategias tradicionales que obstaculizan el
desarrollo de dicha competencia, así como también de las destrezas lingüísticas (leer,
escribir, escuchar, hablar) lo que repercute en el bajo rendimiento estudiantil. (p. 2)
Con los antecedentes arriba mencionados, Matute (2021) propone el enfoque de
Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas (AICLE), Content and Language Integrated
Learning (CLIL) en inglés, “un método aplicado en varios países alrededor del mundo que consiste
en integrar cualquier asignatura a un lenguaje extranjero con el propósito de adquirir los dos al
mismo tiempo” (p. 2). El acrónimo CLIL se acuñó en Europa a principios de la década de los
noventa con el propósito de describir cualquier tipo de enfoque dual en el que se utiliza una
segunda lengua o lengua extranjera en la enseñanza/aprendizaje de un tema no lingüístico, dando
lugar a que el lenguaje y el contenido tengan un papel conjunto y mutuamente beneficioso (Coyle,
2
008). Este enfoque goza en estos momentos de enorme popularidad a nivel internacional.
Mientras que sus dificultades logísticas y estructurales se reconocen ampliamente, Harrop indica
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