INNOVA Research Journal, ISSN 2477-9024  
Correo: innova@uide.edu.ec  
Administrando el cambio  
Managing the change  
Eduardo X. Jurado Vinueza  
Pontificia Universidad Católica del Perú, Perú  
Autor para correspondencia: ejuradov@pucp.pe  
Fecha de recepción: 20 de enero de 2016 - Fecha de aceptación: 20 de febrero de 2016  
Resumen  
Este estudio analiza el efecto que tienen los cambios en las empresas y en las vidas de  
los empleados. Examina de donde vienen los cambios disruptivos y ofrece algunas sugerencias  
para líderes de empresas para que anticipen cambios y hagan planes para poder ser flexibles  
cuando vengan tales cambios.  
Palabras claves: cambios; plan de negocio; nuevas estrategias  
Abstract  
This study analyzes the effects that changes have in companies and in the lives of  
employees. It examines where disruptive changes come from and offers suggestions as to how  
company leaders can anticípate changes and make plans in order to be flexible when such  
changes come.  
Key words: changes; business plans; new strategies’  
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Introducción  
Gran parte de la turbulencia en los empleos son dados por factores fuera del control  
personal y hasta de las empresas lo cual afecta profundamente el modelo de negocio que las  
organizaciones usan, generándose así nuevos modelos los cuales generan cambios disruptivos  
creando nuevas oportunidades para ciertos trabajadores y desempleo para otros (T. Clark,  
Osterwalder, & Pigneur, 2012). Una efectiva administración del cambio es importante para el  
desarrollo organizacional, pero desconocer las características que impactan al empleado en una  
situación de cambio, crea dificultad en administrar el cambio exitosamente (Lattuch & Young,  
2
011).  
En un mundo competitivo donde la tecnología crea constantemente cambios disruptivos,  
las organizaciones deben tener la flexibilidad de anticiparse y adaptarse a dichos cambios los  
cuales llevan a la desaparición de productos o servicios. Para que una organización sea exitosa,  
sus sistemas y prácticas deben ser flexibles no sólo para apoyar sus objetivos de negocio, sino  
también para atender a las necesidades fisiológicas y mentales de sus miembros ("Theoretical  
Foundation for Sociocultural Homeostasis," 2012).  
Las organizaciones están compuestas por personas. Las personas y los grupos son  
sistemas complejos adaptativos gobernados por la auto-organización no por el poder del cargo  
(Ehin, 2013). Una administración efectiva del cambio es importante para el desarrollo  
organizacional, pero se debe tener en cuenta que factores del cambio impactan en el  
comportamiento del empleado (Lattuch & Young, 2011). Los parámetros de una organización  
pueden ser ajustados o administrados, pero no se puede precisar el resultado del comportamiento  
de las personas dentro de esta estructura (Ehin, 2009).  
Las organizaciones homeostáticas se adaptan rápidamente a dichos cambios logrando así  
su supervivencia, generando, paralelamente mayor competitividad ya que su principio se basa en  
el equilibrio dinámico donde todas las partes se desarrollan al mismo nivel, tal como si la  
empresa fuese un gran organismo vivo.  
Revisión de la literatura  
Debido a los cambios disruptivos promovidos por la innovación y la tecnología, es  
imperativo recordar que las organizaciones no están compuestas por estructuras artificiales que  
típicamente son visualizadas y organizadas por la administración, sino que están compuestas por  
redes sociales las cuales evolucionan constantemente. Estas redes emergentes son entidades  
orgánicas y auto-organizadas las cuales pueden ser influenciadas, pero no controladas (Ehin &  
Kivikas, 2012). La frecuencia de cambio y la planificación para el cambio están  
significativamente relacionados con la incertidumbre, ya su vez, que la incertidumbre está  
significativamente relacionada con la satisfacción laboral y el estrés conductual (Lattuch &  
Young, 2011).  
Muchas de las escuelas de negocios, continúan centradas en las cuatro funciones de  
gestión planificación, organización, dirección y control las cuales son construcciones  
artificiales que proveen de poca ayuda al invisible dinamismo de gestión social y sus sistemas  
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emergentes (Ehin, 2013). Para que una organización sea exitosa, sus sistemas y prácticas deben  
ser flexibles no sólo para apoyar sus objetivos de negocio, sino también para atender a las  
necesidades fisiológicas y mentales de sus miembros ("Theoretical Foundation for Sociocultural  
Homeostasis," 2012).  
La teoría económica moderna ignora la influencia de emociones en la toma de decisiones,  
por otro lado, la evidencia emergente de la neurociencia, sugiere que la toma de decisiones  
racional depende de un previo y preciso procesamiento emocional (Bechara & Damasio, 2005).  
Adicionalmente, las investigaciones demuestran que las emociones llevan a tomar mejores  
decisiones que la lógica (Jacobs, 2009). Las nuevas y actuales teorías del comportamiento  
organizacional pueden ser mejoradas incorporando hallazgos de la neurociencia basado en como  
el cerebro produce cognición, actitudes y comportamientos (Becker & Cropanzano, 2010).  
Las organizaciones pueden ser consideradas saludables si sus miembros observan ciertos  
códigos no declarados de comportamiento que se aceptan como normales, los cuales permite a  
todos los niveles de la organización cumplir con el status quo y el crecimiento (J. V. Clark, 1962)  
por lo tanto, lo que piensan los empleados cuando están dentro del trabajo afecta las relaciones  
entre una organización basada en la autoestima, y las percepciones y actitudes de los empleados  
hacia su lugar de trabajo (Gardner & Pierce, 2013).  
Los sistemas orientados a metas habituales del cerebro tienden a estabilizar, en torno a  
puntos homeostáticos, el estado del cuerpo y de la mente cuyo mantenimiento produce  
satisfacción o felicidad (Camerer, Loewenstein, & Prelec, 2005). La desviación en torno a estos  
puntos, crea malestar, emociones negativas, e incluso dolor por lo que regresar a esta zona de  
confort genera satisfacción y emoción positiva, por lo tanto, la homeostasis y el sistema de toma  
de decisiones basado en hábitos, pueden trabajar en contra de las metas racionales propuestas por  
el sistema de planeación (Becker & Cropanzano, 2010). Tanto las variedades homeostáticas  
básicas y socioculturales promueven el mismo objetivo, que es la supervivencia de los  
organismos vivos; en el caso del homeostasis sociocultural, ese objetivo se amplía abarcando la  
búsqueda deliberada del bienestar. (Damasio, 2010).  
Es importante recordar que no existen dos personas que son psicológicamente iguales,  
por lo que antes de tomar alguna acción, los individuos interpretarán cada situación (proceso,  
problema, oportunidad o clima laboral) a su propia manera (Ehin, 2010). La existencia del  
conocimiento con dominio-específico sugiere que las personas parecen ser genios para ciertas  
tareas, pero si tratan con tareas superficialmente distintas, pasaría lo contrario, por lo cual el  
procesamiento de este dominio-específico tiene implicaciones importantes para la economía y en  
especial para las organizaciones laborales (Camerer et al., 2005). Uno de los obstáculos más  
difíciles para el cambio organizacional, es la superación de la resistencia individual al cambio;  
aunque los empleados indican que están a favor, a menudo su comportamiento subvierte el  
cambio (Becker & Cropanzano, 2010). La agrupación de estas tareas en puestos de trabajo  
requiere comprender cuales son las habilidades generales útiles para cualquier tarea, y cuales son  
las habilidades que son separadas neurológicamente (Camerer et al., 2005).  
La “homeóstasis sociocultural”, la cual es creada y guiada por la conciencia, opera como  
un sanador con valor biológico, la cual promueve la supervivencia de los organismos vivos  
(Damasio, 2010). Los economistas más influyentes usualmente están abiertos a explicaciones  
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sobre como los humanos actúan, creando modelos de comportamiento humano las cuales  
incluyen nociones tales como principios o normas sociales (por ejemplo, modelos evolucionarios  
de teoría de juego donde las estrategias son frecuentemente interpretadas como normas sociales o  
como otros modelos de interacción social) (Martins, 2010). Dentro de las empresas, los cuatro  
factores dinámicos fundamentales que impactan la homeostasis sociocultural son la auto  
organización, el tamaño del grupo, la dinámica social y el “punto dulce de la organización”  
(Ehin, 2009, 2013).  
Basado en el marco general de los cuatro factores que impactan la homeostasis  
sociocultural como una constante de evolución dinámica, permite aumentar la participación de  
los trabajadores, la productividad y la innovación de dentro de las empresas (Ehin, 2013), se  
plantean las siguientes hipótesis:  
H1: La homeostasis organizacional es importante para el incremento de la productividad  
y la capacidad de innovar de las empresas.  
H2: La homeostasis organizacional tiene un impacto significativamente positivo para una  
efectiva administración del cambio.  
Los líderes y gerentes deben tener en consideración la importancia del balance  
homeostático a largo plazo del planeta y deben creer que la naturaleza y los humanos conforman  
un ecosistema y que las organizaciones tienen el rol de mantener y mejorar dichos ecosistemas  
(Parkes & Borland, 2012). Las relaciones son una importante parte de la naturaleza humana y  
uno de los componentes más críticos para el incremento de la productividad e innovación  
(Cacioppo & Patrick, 2008).  
La vida es un acto de balanceo constante y dinámico tanto a nivel grupal como de  
individuo, ergo para que una empresa sea exitosa, sus sistemas y prácticas deben ser flexibles no  
solo para soportar las metas del negocio sino también las necesidades fisiológicas y mentales de  
sus miembros (Ehin, 2013). La regulación de la vida, un proceso dinámico conocido como  
homeostasis, tiene sus inicios desde organismos vivientes unicelulares los cuales no tienen  
cerebro, pero tienen un comportamiento adaptativo (Damasio, 2010). El término homeostasis es  
comúnmente conocido como la tendencia biológica de una entidad para mantener su estabilidad  
interna basada en la reacción coordinada de sus componentes sobre una situación o estímulo que  
afecte su función o condición normal (Ehin, 2013).  
Para comprender como los sistemas afectivos operan, debemos recalcar que los humanos  
no evolucionaron para ser felices, sino para sobrevivir y reproducirse por lo que un importante  
proceso que el cuerpo realiza para alcanzar estos objeticos es la homeostasis (Camerer et al.,  
2
005). La homeostasis organizacional es basada en soportar las necesidades biológicas y  
psicológicas de las personas, más que en la restricción artificial de estas (Ehin, 2013).  
Los economistas están acostumbrados a pensar que las preferencias son el punto de  
partida del comportamiento humano y que el comportamiento es el punto final. En contraste, la  
neurociencia usa comportamientos explícitos como uno de los múltiples mecanismos que el  
cerebro utiliza para mantener su homeostasis, y preferencias como variables de estado  
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transitorios que garantizan la supervivencia y reproducción (Camerer et al., 2005). La  
homeostasis, en el sentido de mantener su forma estructural bastantemente constante, es un  
elemento importante para la sobrevivencia de la organización (Butts & Carley, 2007) por lo que  
si esta no es capaz de mantener un estado de homeostasis por períodos largos de tiempo, corre el  
riesgo de incurrir costos que inducen a su mortalidad (Hannan & Freeman, 1977).  
Conclusión  
Las organizaciones están constantemente generando nuevos modelos de negocio para  
mantenerse competitivas, debido a externalidades. Estos nuevos modelos crean cambios  
disruptivos creando nuevas oportunidades de trabajo para unos y desempleo para otros (T. Clark  
et al., 2012). Debido a la importancia de la innovación en el ambiente actual, es imperativo  
recordar que las organizaciones están compuestas por redes sociales que evolucionan  
constantemente y no por estructuras artificiales típicamente visualizadas y organizadas por la  
administración (Ehin & Kivikas, 2012). Las organizaciones están compuestas por personas que  
son impulsivas acerca de sus metas, sentimientos y acciones, con la frecuencia de al menos  
cuando son racionales (Ehin, 2009). Adicionalmente, estas redes sociales emergentes, no son  
máquinas, son entidades orgánicas y auto-organizadas las cuales pueden ser influenciadas pero  
no controladas (Ehin & Kivikas, 2012).  
La búsqueda del homeostasis organizacional es importante para tanto el incremento de  
la productividad y capacidad de innovación de la empresa como para el bienestar físico y mental  
de los trabajadores y de la sociedad (Ehin, 2013). El incremento de la productividad y capacidad  
de innovación crean cambios dentro de las organizaciones los cuales pueden llevar hasta a un  
completo nuevo modelo de negocio de la organización dependiendo si el resultado es una  
innovación incremental o radical. Por tal motivo es imperativo la eficiente administración al  
cambio soportado con el compromiso de los empleados. Las personas y los grupos son sistemas  
complejos adaptativos gobernados por la auto-organización no por el poder del cargo (Ehin,  
2
013).  
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